viernes, 23 de diciembre de 2016

Sillas vacias.

"¿Cuántos somos el 24? ..y el 31?"
La gran pregunta inevitable en el mes de Diciembre, porque se acercan las fiestas y dentro de todos los preparativos hay que saber cuántas sillas van a ser ocupadas, cuántas faltan. Pero, y las que sobran? Y las que quedaron vacías? Esas no las contamos pero las recordamos, simple y sencillamente porque son las de las personas que no están, por enemistades, porque decidieron pasar con otras personas, porque viven lejos, o porque se las llevó la muerte. Y acá llega la tristeza, y las sillas vacías duelen. Necesito ese abrazo, esas palabras, esos besos, que no van a llegar. Y extraño su sonrisa, se me llenan los ojos de lágrimas. Y duele, duele mucho. Pero como a la realidad no hay más que aceptarla respiro hondo, levanto la cabeza y miro todas las sillas ocupadas, que son las personas que están y estarán para levantar todos los bajones. Sonrío y brindo, tanto el 24 como el 31.. con lágrimas contenidas por las sillas vacías y con una sonrisa por las sillas ocupadas.


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